¡Qué lección de humildad aprendemos contemplando aquella noche de Belén! Descubrimos que la humildad es el camino, la pedagogía elegida por Dios. Desde esa humildad, José se vacía de sí mismo, confiando en que Dios lo llenará. Bienaventurados los limpios de corazón, los pobres… nos indica el Evangelio. José encarna en su vida la Buena Nueva que se nos predica este domingo.
Contemplar la figura de José es una fuente de sabiduría para nosotros. Desde nuestra situación, cada uno estamos llamados a tomar decisiones que no habíamos previsto en nuestros programas de vida. Dios hace con nuestra colaboración a sus designios mucho más de lo que nosotros podríamos pensar y esperar. Se trata de acoger la presencia del Espíritu en nuestra vida, escuchar y actuar como José.
Author: Santuario San José de la Montaña Barcelona
El Real Santuario de San José de la Montaña, es el primer Santuario construido en honor a San José, esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús.
Perteneciente a la Congregación de las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, esta obra se pudo realizar por la fe, la confianza y el impulso de la Beata Petra de San José, fundadora de la Congregación quien, en 1895 comenzó a levantar este Santuario, cuya Iglesia se inauguró el 20 de abril de 1902. Esta gran mujer, apóstol josefino del S. XIX, de corazón de fuego, como la definió Juan Pablo II el día de su Beatificación, el 16 de octubre de 1994, supo vislumbrar en esta “montaña pelada”, como se la denominaba en el S.XIX, lo que sería un foco de devoción josefina, del que ella dijo proféticamente: “Aquí vendrá gente de todo el mundo”.
Así ha sido desde su inauguración: miles de personas visitan al año el Santuario para encomendarse a San José de la Montaña, cuya devoción está extendida por todo el mundo.
Este edificio modernista construido, con piedra de la propia montaña, por el discípulo de Gaudí, Francesc Berenguer i Mestres, acoge también, desde sus comienzos, a niños y niñas tutelados en la actualidad por la Generalitat de Catalunya.