Un año más dentro de los siete domingos de San José, el domingo josefino del mes de febrero, tuvo lugar la quema de cartas con todas las peticiones dirigidas a San José depositadas a tal efecto en la urna de su capilla, recibidas por correo o por internet. La Iglesia del Santuario no fue suficiente para albergar a todos los devotos que acudieron a presenciar la tradicional quema de cartas. Y es que esta devoción está íntimamente ligada a la historia del Santuario y se viene realizando prácticamente desde su fundación. Muchas familias completas acudieron a pasar la mañana en el Santuario en una espléndida mañana para contemplar esta devoción que pasa de abuelos a hijos y nietos. Al finalizar la procesión de San José, se impuso la medalla a los nuevos miembros de la Asociación de San José de la Montaña. [gigya src=”https://youtube.com/v/P7Mr3O0QQpQ?autoplay=1″]
Quema de cartas
Autor: Santuario San José de la Montaña Barcelona
El Real Santuario de San José de la Montaña, es el primer Santuario construido en honor a San José, esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús.
Perteneciente a la Congregación de las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, esta obra se pudo realizar por la fe, la confianza y el impulso de la Beata Petra de San José, fundadora de la Congregación quien, en 1895 comenzó a levantar este Santuario, cuya Iglesia se inauguró el 20 de abril de 1902. Esta gran mujer, apóstol josefino del S. XIX, de corazón de fuego, como la definió Juan Pablo II el día de su Beatificación, el 16 de octubre de 1994, supo vislumbrar en esta “montaña pelada”, como se la denominaba en el S.XIX, lo que sería un foco de devoción josefina, del que ella dijo proféticamente: “Aquí vendrá gente de todo el mundo”.
Así ha sido desde su inauguración: miles de personas visitan al año el Santuario para encomendarse a San José de la Montaña, cuya devoción está extendida por todo el mundo.
Este edificio modernista construido, con piedra de la propia montaña, por el discípulo de Gaudí, Francesc Berenguer i Mestres, acoge también, desde sus comienzos, a niños y niñas tutelados en la actualidad por la Generalitat de Catalunya.