Celebración de las Bodas de Plata Sacerdotal
El Sábado día 7 de Julio celebramos en el Real Santuario San José de la Montaña las Bodas de Plata del Padre Barrio como Sacerdote.
«El Pastor, en el día de su ordenación episcopal, es ungido con el santo óleo. Pero el verdadero óleo, el interior, es el óleo de la cercanía y de la ternura».
Papa Francisco
La ceremonia fue muy emotiva
Padre Barrio agradeció a todos los asistentes personalmente su amistad. El Padre Juan Barrio ha dejado una gran huella en todas las parroquias y comunidades a las que ha asistido en la Fe y han sido muchos de los feligreses de Parroquias en las que ha trabajado el Padre, que se han acercado a celebrar con él su Bodas de Plata Sacerdotal.
Vinieron feligreses de la Parroquia de San Félix, en la que le Padre Barrio estuvo 11 años. De la Medalla Miraculosa en la que estuvo dos veces: una como Vicario y otra como adscrito. También le acompañaron feligreses de las Parroquias de San Paulino y de Santa Juliana y Semproniana, y Visitadoras de Enfermos, Equipo Sanitario y Enfermos del Hospital. No podían faltar las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, los miembros Josefinos de la Asociación y feligreses del Santuario para quien el Padre Juan Barrio también tuvo unas palabras de agradecimiento.
La Ceremonia fue co-celebrada por los dos Vicarios Episcolapes: Mossen Joan Galtés y Mossen Jesús Sanz, Padre Gabriel (dominico), Padre Inocente (primo del P. Juan), Pedro Muñoz (asistente en algunas misas en el Santuario San José de la Montaña), Rafael (amigo del seminario), Juan (amigo Sacerdote) y Joaquín Iglesias, actual párroco de San Félix Africano.
Comida con los amigos llegados para la celebración.
Acción de Gracias con motivo del 25 aniversario de su Ordenación Sacerdotal
FUE HACE 25 AÑOS
Fue hace 25 años, cuando culminó la historia, de una vocación temprana que se pierde en mi memoria. La elección fue muy cuidada, por Aquel que fue a escoger, a quien no teniendo nada, todo lo recibió de Él.
Él fijó en mi su mirada, y sin palabras me habló: » de los hombres, mis hermanos, Yo te hago pescador».
Ya son 25 años, que sacerdote yo soy y mirando hacia atrás mil gracias te doy, porque me encuentro en tu barca, porque siguiédote voy.
Ya son 25 años, y el corazón se me ensancha, pues, mirando hacia adelante, el presetnte es la esperanza de que llegaré a buen puerto, aunque la mar no esté en calma.
¡Cuanta gente me enseñó a descubrir mi destino! ¡Cuánta gente me ha ayudado a recorrer mi camino! A veces, la vida misma me mostró otros senderos. Pero nunca me he olvidado el paso que di primero. La familia, los amigos viven siempre en mi recuerdo, pues a quien amor se debe sólo se paga queriendo.