16 de octubre es la Festividad de Beata Petra de San José.

Os adjuntamos algunas publicaciones en Redes Sociales hechas por ColegiosMD y por Madres de la Congregación de actividades realizadas para celebrar esta Semana el Gran día de la Festividad de Beata Petra de San José.

Aprovechamos para recordaros que hoy a ls 18:30h son Vísperas Solemnes, a continuación la imagen de Beata Petra saldrá en Procesión.

Se realizará una Misa a las 19:30h.

FELICITACIÓN A MADRE PETRA

Querida Madre:
en el nombre del Señor,
al que servimos,
y al que tú tanto amaste,
nos hemos reunido
esta Comunidad de Hijas tuyas,
para felicitarte,
desde lo más hondo de nuestro corazón

Sabemos, por la fe,
que, aunque no te vemos sensiblemente,
tú, como madre vigilante y tierna,
sigues oteando las sendas de tus Hijas,
y sigues intercediendo
para que nuestros pies no tropiecen
en las piedras del camino.

Ante todo, queremos darte las gracias
por tu respuesta en fidelidad
a la llamada del Espíritu…,
porque, gracias a tu «sí» incondicional,
abriste la puerta grande…,
esa puerta del carisma
por donde, gracias a Dios y a ti,
hemos pasado todas tus Hijas.

Ahora, Madre, en tu día,
queremos pedirte
que sigas ejerciendo tu maternidad alentadora,
con todas las que, a ejemplo tuyo,
hemos emprendido,
el camino del seguimiento de Jesús misericordioso

Ruega por nosotras, Madre.
No dejes que el lobo
disperse a tu rebaño:
llévanos a los pastos de la Palabra de Dios
y a las fuentes de la fraternidad
y del verdadero celo apostólico.

Cuida de nosotras,
para que nos abramos a la misericordia
infinita de Dios…
y así, podamos ser, ante el mundo,
testigos vivos y fehacientes
de esa misma misericordia.

Ayúdanos a vivir a tu estilo:
abandonadas en las manos de Dios,
inundadas de amor y de paz,
y rebosando fortaleza, sencillez y alegría.

Alcánzanos, por mediación de María y José,
el coraje que tú misma tuviste,
para que podamos enfrentarnos a nuestra propia verdad,
sin confundir nunca
la paz con la evasión,
la fidelidad con la rigidez,
la franqueza con la agresividad,
el diálogo con la palabrería,
la comprensión con la huida de los problemas
y la benevolencia con la falta de exigencia.

Que, como tú,
ante Dios,
permanezcamos siempre descalzas,
en adoración de su misterio de amor.
Y, ante nuestros hermanos,
estemos siempre dispuestas,
en actitud humilde,
a sanar heridas,
a enjugar lágrimas,
a brindar perdón,
a guardar secretos
y a romper tensiones…
Y todo ello, sola y exclusivamente,
para mayor honra y gloria de Dios,
y para mayor veneración
de nuestra Madre, María,
y de nuestro «Padrecito»,
San José.