a San José de la Montaña
SAN JOSÉ CARTERO
Esta pregaría conjunta era una de las tradiciones más arraigadas en la Barcelona de 1900. El barrio de Gracia tenía tres grandes acontecimientos: La Fiesta mayor en honor a la Virgen el 15 de agosto, la Procesión a Sant Medir y la otra el día de San José en el Santuario y la quema de cartas con peticiones y oraciones al patriarca. Está documentado en prensa de la época que la quema de cartas, entoces era mensual, reunia entre 1500 y 3500 misivas llegadas de todo el mundo.
…Miles de cartas se queman todos los años en el Real Santuario San José de la Montaña
Madre Petra no era ajena a la importancia que estaba cobrando esta devoción, ni de las sospechas que empezó a despertar la popularidad del Santuario y lo que supuso el inicio de la devoción de San José de la Montaña en Barcelona y fuera de la ciudad condal. Desde el segundo número de “La Montaña de San José”, comenzó a aparecer en la revista un artículo llamado “Cartas a Pablo”. En estas “cartas”, dirigidas a un personaje imaginario llamado Pablo, se intentaba explicar el verdadero sentido de la devoción que la gente profesaba al Santo, el culto que se celebraba en el Santuario, la obra caritativa que llevaban a cabo las hijas de Madre Petra, así como la quema de cartas con todas las Peticiones dirigidas a San José.
¿QUIÉN ESCRIBE A SAN JOSÉ?
Santa Teresa de Jesús, doctora de la iglesia, definia su devoción a San José:
….Y tomé por abogado y señor al Glorioso San José y me encomendé mucho a él. Vi claro que, tanto de esta necesidad como de otras mayores, de perder la fama y el alma, este Padre y Señor mío me libró mejor de lo que yo lo sabía pedir. No me acuerdo hasta hoy de haberle suplicado nada que no me lo haya concedido (Vida 6,6).
Beata Petra de San José fue definida como Apostol Josefino por
Juan Pablo II cuando fue beatificada. Fundó la congregación para acoger y ayudar a niños y niñas con pocos recursos económicos bajo la protección de Nuestra Señora de los Desamparados pero no tardó en añadir su devoción a San José en el nombre de la Congregación. Fue ella la que trabajó para que se construyera el primer Santuario dedicado a San José del Mundo: El Real Santuario de San José de la Montaña en Barcelona.
Madres de Desamparados y San José de la Montaña.