Un grupo de Peregrinos formados por familiares y amigos bebieron juntos de la fuente de San José
Peregrinos en la Fuente San José de la Montaña
Un grupo de Peregrinos bebieron de la fuente San José de la Montaña
Este grupo de Peregrinos no quisieron salir del Santuario sin beber de Fuente de la explanada. Algunos de ellos han escuchado, desde que son niños, en sus casas las propiedades milagrosas de esta fuente y no quisieron que los más pequeños se marcharan sin beber de ella.
Una fuente – Una Fe: Beata Petra
Cuando Beata Petra de San José recibió junto a las demás Madres de la Congregación la donación de los terrenos que hoy forman el Real Santuario San José de la Montaña justo cuando se finalizaba el contrato de alquiler de la casa anterior, Madre Petra supo que la Providencia de San José marcaría el camino. Ella se empeñó en construir el primer Santuario dedicado a San José en el mundo y supo que él le ayudaría a prever todo lo necesario para albergar a las niñas y niños del hogar.
Los terrenos estaban ubicados en una colina apodada la “Montaña Pelada” ya que la falta de agua hacía que casi no hubiera vegetación y la que lograba sobrevivir era baja y escasa. Las publicaciones de la época hablan de una pluma de agua y de un antiguo pozo seco. A pesar de la insistencia de todos los vecinos, conocidos y expertos, Beata Petra se empeñó en que tenía que haber agua para el hogar y gastó dinero que no tenía en hacer prospecciones. Su Fe tuvo recompensa y efectivamente la Providencia quiso que se hallara agua.
Los milagros de la fuente
Encontrada el agua, se hizo analizar. Según la revista del Santuario, un análisis científico reveló componentes beneficiosos para las dolencias del estomago. A principios de siglo XX era muy habitual que los médicos enviaran a sus enfermos a tomar las aguas o a beber de determinadas fuentes. Beber el agua del Santuario entró en el recetario de los médicos de Barcelona y así empezó a formarse la idea que el agua de San José de la Montaña era Milagrosa.
La Fe en la capacidad de curación de San José de la Montaña está muy extendida, sobre todo hacia embarazadas y niños pequeños. Algunos la atribuyen a la propia imagen de San José que Beata Petra compró y que ya estaba hospedada en el hogar anterior, otros representan su fe a San José y su ayuda milagrera con la cinta de San José que muchas embarazadas se atan en la cintura a modo de protección, otros expresan esta fe con los numerosos exvotos que hay ante la capilla de Beata Petra y otros optaron por reflejar su fe en el agua, símbolo de vida, del Santuario.
Misa de los emfermos
Esta gran devoción y creencia hacia las propiedades de curación de la Fe a San José de la Montaña hizo que se organizara todos los años una Misa de los Enfermos a la que venían personas de muchas partes. Esta Misa especial se celebraba el 1 Mayo y algunos testimonios declararon mejorar de sus dolencias tras la asistencia a la misma.
Devoción a San José de la Montaña
Las Madres de Desamparados y San José de la Montaña están muy agradecidas a todas aquellas personas que muestran interés por el Apostolado de Beata Petra de San José.