DAR LA MANO A SAN JOSÉ
Presentación de Niños y Niñas a San José
De llevar el Niño al Templo para purificarse a llevar a tus hijos para que confíen en San José.
La Ley de Moisés mandaba que el hijo mayor de cada hogar, o sea el primogénito había que rescatarlo pagando por él una limosna en el templo.
San José llevo a su Hijo al Templo, sacrificó animales y se purificó. ¿pero de que se purificó? El SI de San José al Si de María eran muchos sies, eran el principio del cambio que Jesús adulto nos iba a enseñar: era Si a un Dios que hablaba con todos y que no consideraba a nadie impuro para dirigirse a él.
Hoy cuando los josefinos del mundo presentan a sus hijos e hijas en el “Templo” lo que hacen es enseñarles a confiar en Dios. Los Josefinos enseñan a sus hijos a dar la mano a San José para que como padre adoptivo Jesús, también lo sea nuestro.
Dar la mano a San José es saber que su forma de vivir, sus actos, corresponden con un hombre sabio, lleno de paciencia y amor. Llevar tus hijos al “Templo” es llenarlos del Amor de Dios. Es enseñarles a tomar a San José como modelo y que pueden confiar en él.
Pero la presentación a San José también es un acto de fe de los padres. Los Padres tienen en San José un modelo de hombre, padre y esposo. Como hombre fue un compañero fiel y leal, capaz de seguir a María en su camino, apoyándola y escuchándola para que la fe de ella le guiara a él también.